Àfrica
Con deseo de ser reconocida en su dignidad y formar parte en el concierto de la historia; tierra de gente alegre y acogedora, con grandes riquezas naturales pero aplastada por las guerras y expoliada por la corrupción de dentro y de fuera.
América
Pueblos llenos de vida y creatividad, que luchan por la supervivencia y contemplan cómo se ahonda el abismo de una desigualdad creciente; con una Iglesia jóven que quiere acompañar al pueblo hacia su liberación.
Asia
Con la riqueza de su historia y su espiritualidad, cuna de grandes religiones, que afronta el desafío de una Iglesia inculturada.
Es el continente más grande y superpoblado, con masas enormes de exclusión donde son conculcados los derechos humanos.
Europa
Difusora de una cultura humanista y cristiana, pero secularizada por un materialismo creciente, cuyo primer valor es el bienestar y la satisfacción personal; con el contraste de grandes bolsas de pobreza que ponen de manifiesto la desigualdad. Hoy siente el reto de volver a encontrarse, descubrir sus raíces y avivar sus valores.